El 2024 se perfila como un año crucial para el mercado inmobiliario en Panamá, con un escenario prometedor que combina recuperación y crecimiento sostenido. La economía panameña ha mostrado una notable resiliencia, reflejada en un crecimiento proyectado del PIB del 5.5%, impulsado por inversiones en infraestructura y un ambiente de negocios favorable. Este contexto económico positivo está teniendo un impacto directo en el sector de bienes raíces, donde tanto el mercado residencial como el comercial están experimentando una revitalización significativa.
Panamá sigue siendo un destino atractivo para la inversión extranjera directa (IED), con un flujo constante de capitales que fortalecen el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios. Según el Ministerio de Economía y Finanzas, la IED en Panamá ha aumentado en un 7% respecto al año anterior, destacándose especialmente en la construcción de viviendas y oficinas.
En el ámbito residencial, la demanda de viviendas ha registrado un incremento del 10%, reflejando el crecimiento urbano y las preferencias cambiantes de la población. Las áreas suburbanas están viendo un auge, con proyectos que ofrecen más espacio y comodidades modernas. Esto no solo es una respuesta a la demanda local, sino también a las expectativas de los inversionistas extranjeros.
Por otro lado, el sector comercial muestra una tendencia hacia la adaptabilidad y la flexibilidad. Los espacios de coworking han visto un crecimiento del 15%, mientras que los locales comerciales en zonas estratégicas mantienen su valor y atractivo. “Estamos viendo una transformación en el uso de los espacios comerciales, adaptándose a las nuevas formas de trabajo y consumo”, comenta Ana María Jiménez, Directora de Desarrollo de Proyectos en una reconocida firma inmobiliaria.
La infraestructura también juega un papel vital en este dinamismo del mercado. La expansión del Metro de Panamá, por ejemplo, ha elevado el valor de las propiedades cercanas a las nuevas estaciones en un 12%. Los proyectos de ampliación de puertos y aeropuertos no solo mejoran la logística, sino que también fomentan el desarrollo inmobiliario en sus alrededores, creando nuevas oportunidades para inversores y desarrolladores.
En términos de innovación, la sostenibilidad y la tecnología están marcando el rumbo. Las construcciones ecoamigables y las certificaciones LEED son cada vez más demandadas, y las herramientas de realidad virtual para visitas de propiedades están revolucionando la manera en que se realizan las transacciones inmobiliarias. “La integración de tecnologías verdes y soluciones digitales no es solo una tendencia, es el futuro del sector inmobiliario en Panamá”, afirma Jorge Fernández, experto en sostenibilidad y tecnología en el sector.
No obstante, el mercado enfrenta desafíos. La burocracia y los trámites regulatorios aún representan un obstáculo, aunque hay esfuerzos significativos para mejorar estos procesos. Asimismo, el acceso a financiamiento sigue siendo un reto para algunos segmentos de la población, aunque las instituciones financieras están trabajando en ofrecer productos más accesibles y flexibles.
En resumen, el mercado de bienes raíces en Panamá en el 2024 está lleno de oportunidades y transformaciones. La combinación de un entorno económico favorable, inversiones estratégicas y la adopción de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles están configurando un panorama prometedor para desarrolladores, inversionistas y compradores por igual.
Conclusión
El artículo presenta una visión integral del mercado inmobiliario en Panamá, destacando los factores económicos, las tendencias y los desafíos actuales. La información basada en datos y las opiniones de expertos del sector proporcionan una perspectiva valiosa para los interesados en invertir o desarrollar proyectos inmobiliarios en Panamá en el 2024.